El agua potable, una gran fuente de beneficios para las comunidades
Contar con sistemas de agua potable y saneamiento significa evitar exponerse a innumerables enfermedades. Cada año mueren miles de personas de enfermedades provocadas por sistemas de agua, saneamiento e higiene inadecuados. Aparte de la neumonía, la diarrea es la principal causa de muerte en niños menores de cinco años.
Los beneficios de contar con una fuente de agua potable en una comunidad son muy importantes. Si las mujeres y las niñas ya no tienen que caminar kilómetros para ir a buscar agua cada día, disponen de más tiempo para estudiar. Con ello, aumentan los índices de alfabetización. Y si las escuelas construyen instalaciones sanitarias adecuadas, las chicas pasan más tiempo en la escuela y menos en casa.
Naciones Unidas calcula que cada franco suizo invertido en agua y saneamiento se convierte en 4 CHF de rendimiento económico. Por eso, invertir en este aspecto es una forma muy eficaz de crear comunidades más fuertes y resilientes.
Agua potable y sistemas de saneamiento para 110.000 personas
En Costa de Marfil, África Occidental, el 63 % de la población carece de acceso a un sistema de saneamiento adecuado. A menudo, las personas tienen que caminar kilómetros para recoger agua que puede no ser ni siquiera potable, además de usar antihigiénicos baños compartidos al aire libre.
La Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC) está trabajando en Costa de Marfil para facilitar el acceso al agua potable, a sistemas de saneamiento y a métodos de higiene.
Como socio empresarial más antiguo de la IFRC, en los últimos diez años Nestlé ha ayudado a hacer llegar agua potable y sistemas de saneamiento a casi 110.000 personas en las comunidades productoras de cacao de Costa de Marfil. Se han construido o reformado un total de 181 bombas de agua y 93 bloques de baños escolares, además de más de 7.000 retretes familiares.
La educación también ha formado parte esencial de esta iniciativa. Así, desde 2007 se han establecido más de 200 comités de agua y saneamiento comunitarios y 93 clubs escolares de higiene. Sus miembros promueven la higiene en sus comunidades. Enseñan a las personas a almacenar agua de forma segura, a construir instalaciones sanitarias adecuadas y a que los niños se laven las manos correctamente. A veces, las medidas más simples son las que logran los mejores resultados.
“Nuestros nietos no sufrirán…”
Adjoua es una viuda de 55 años de la aldea de Ndri Koffikro al sur de Costa de Marfil. Recuerda que, desde que era joven, el mayor deseo de su comunidad era tener acceso a agua potable. Tradicionalmente, los habitantes dependían de las lagunas y de un río que estaba a dos kilómetros para obtener agua.
Antes de comprometerse a construir un punto de recogida de agua en su pueblo, la IFRC se aseguró de que pudiera organizarse un sistema viable de gestión del agua con los miembros de la comunidad. Un comité de gestión supervisa el funcionamiento y el mantenimiento del punto de agua y gestiona la contabilidad relacionada con los ingresos generados por la venta del agua.
Así garantiza que la inversión realizada en el punto de agua se mantenga para las próximas generaciones. “Ahora, los miembros de mi comunidad y yo tendremos más tiempo y energía para cuidar de nuestras familias y de las actividades del campo”, comenta Adjoua. “Nuestros nietos no sufrirán todas las penurias que hemos pasado nosotros.”
El agua potable y una mejor higiene ayudan a reducir la carga que suponen las enfermedades para las familias y dejan más tiempo a las mujeres para obtener sus propios ingresos. Terminar con las deposiciones al aire libre significa aumentar la seguridad de las personas, particularmente de noche, además de mantener la tierra más limpia y las cosechas más sanas.
Avances significativos
Unos 768 millones de personas todavía carecen de acceso a una fuente adecuada de agua potable y el 40 % de estas se encuentra en el África subsahariana. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero se están haciendo progresos.
Con el programa en marcha y cosechando éxitos en Costa de Marfil, ya se ha iniciado la próxima fase del proyecto en Ghana donde se están construyendo varios pozos. Hacia finales de 2017, más de 76.000 personas de comunidades productoras de cacao con las que Nestlé trabaja tendrán un mejor acceso a sistemas de agua potable y saneamiento.
También en Etiopía existe un proyecto similar en curso para mejorar el acceso a agua potable en comunidades productoras de café y en las que viven cerca de las fábricas de Nestlé.
Al ofrecer unos conocimientos básicos sobre higiene, además del acceso al agua potable, el programa de la IFRC garantiza que perduren los beneficios sanitarios de su trabajo.